Horta de Paterna

No es casualidad que la Huerta y el Parque Natural del Turia, declarados protegidos en 2007, sean considerados joyas de valor ecológico y cultural. Su riqueza paisajística, su historia y sus valores patrimoniales no son solo testimonios del pasado, sino también promesas para el futuro. Sin embargo, en el silencio de sus campos se escucha hoy un grito ahogado: el de la desidia y el abandono.

 

L huerta de Paterna se ve amenazada por los escombros, el tráfico descontrolado,  los robos y el peso de una modernidad que olvida su deuda con lo natural.

 

La Huerta no solo mitiga el calor con su frescura natural; también purifica el aire, absorbe carbono y devuelve oxígeno. Es un refugio contra las lluvias torrenciales, pues su suelo esponjoso ayuda a evitar inundaciones. La Huerta es también un espacio social y terapéutico. En sus pequeños huertos se tejen historias de amistad, integración y aprendizaje. La jardinería y el trabajo manual son bálsamos contra el estrés, la soledad y la desconexión.

El abandono: heridas abiertas en la Huerta

 

La Huerta no puede seguir esperando sola. Los montones de escombros que la manchan, los caminos desgastados por vehículos que la atraviesan como atajos, y los robos constantes en cultivos y gallineros son reflejos de una indiferencia que duele.
 

El ánimo de quienes trabajan la tierra se desmorona, y muchas parcelas quedan abandonadas.

Medidas concretas

Las instituciones deben asumir su responsabilidad.
Las leyes que protegen la Huerta existen, pero su cumplimiento es una promesa vacía. Cada metro cuadrado compactado por maquinaria pesada, cada acequia rota y cada parcela olvidada son heridas abiertas en este paisaje que es, a la vez, nuestro legado y nuestra esperanza.
 
Salvar la Huerta es salvarnos a nosotros mismos. Para proteger este espacio la Aliança por l"Emergència Climàtica se une a otras organizaciones para exigir medidas concretas:
  1. Controlar los accesos: Restringir la entrada de vehículos no vinculados a actividades agrícolas y fomentar un uso respetuoso por parte de peatones y ciclistas.
  2. Combatir la basura y los escombros: Instalar contenedores, sancionar vertidos ilegales y realizar campañas de concienciación.
  3. Fomentar la biodiversidad: Promover cultivos diversos que ofrezcan refugio a mariposas, insectos polinizadores y aves, fundamentales para el equilibrio del ecosistema.
  4. Garantizar la seguridad: Reforzar la vigilancia y prevenir robos, para que quienes trabajan la tierra no pierdan el ánimo ni la ilusión.

Puedes consultar a continuación una presentación sobre la moción que han llevado los representantes de la huerta a los grupos políticos este 2025.

No dejemos pasar la oportunidad

 

La Huerta es un espacio de encuentro y comunidadLos huertos comunitarios son ejemplo de cómo la Huerta puede ser un lugar de encuentro. Desde el Huerto de Manolo el Gallo, donde coexisten culturas de Bulgaria, Colombia y Lituania, hasta el Oasis de las Mariposas, donde mujeres españolas y latinoamericanas comparten trabajo y saberes, la Huerta demuestra su capacidad de unir mundos. La Escuela de Cerámica, con su mezcla de generaciones y orígenes, enseña que trabajar con las manos es también trabajar el alma. Por su parte, el Huerto Multiverso, apoyado por el Ayuntamiento y el Colectivo de Jóvenes de La Coma, plantea un modelo de colaboración para proteger este espacio agrícola como lugar de aprendizaje y convivencia.
 
Las posibilidades culturales, educativas, económicas y terapéuticas son un regalo que no podemos seguir ignorando. Es hora de que ciudadanía e instituciones trabajemos juntos. La Huerta nos llama a recuperar nuestras raíces, a cuidar de la tierra y de quienes la trabajan, y a proteger un paisaje que es parte esencial de nuestra identidad. Nuestra vieja amiga nos ofrece en bandeja de oro un mañana mejor. Solo debemos abrir los ojos, escuchar su llamada y actuar antes de que sea demasiado tarde.